Rostros de Musgo

Rostros de Musgo: Noemí López

Rostros de Musgo: Noemí López

Noemí es una colaboradora de Musgo, quien trabaja en el taller de Ratán. Quisimos acercarnos a ella para saber más de su experiencia en nuestra comunidad.

Vive en el poblado de Mesa Rica, Valle de Bravo, en el Estado de México, y su familia está compuesta por  su marido Aristeo, su hija Vanesa Arisbet de 8 años y Edgar Arturo, que tiene 4.

Aristeo es el sostén principal de su casa, pero Noemí también apoya con el gasto familiar.

Su forma de llegar al Taller de Ratán es a pie; anteriormente, cuando acudía a El Manzano, lo hacía en coche “de aventón” y aportaba para los gastos del transporte.

Noemí, ¿a qué te dedicabas antes de trabajar en el proyecto Musgo?

Soy ama de casa y antes vendía artículos por catálogo, y lo que ganaba era un ingreso adicional al ingreso mayor que es el de mi esposo; me gustaba vender. Lo que vendía, lo hacía con mis familiares, pero el único problema era cobrar porque se tardaban mucho y así no me rendía el dinero. Me acuerdo que platicaba con mi marido sobre como ganar más dinero, pero teníamos que atender a los niños.

 

¿Qué rol desempeñas en el Taller de Musgo?

Trabajo en el Taller de Ratán y voy una vez por semana. Fui una de las primeras que trabajó en este talle, por ahí de febrero de 2015. Soy artesana y me encargo de repartir el trabajo cuando se requiere, además de enseñar a otras señoras.

 

¿De qué forma te enteraste del proyecto Musgo y qué pensaste cuando te invitaron a formar parte de él?

Me enteré por la Sra. Rosa Lascurain. Al principio pensé que sería algo que no me iba a gustar. Luego vi que sí y me enteré de otros talleres, y ya llevo casi tres años. He invitado a familiares y amigos, para que conocieran y ya trabajan con nosotros.

 

¿Cómo sientes que ha impactado tu vida formar parte de este proyecto?

De forma positiva, ya que nunca me pensé con la capacidad de elaborar producto tan variado y que se dieran a conocer en otras partes. Me siento útil y con lo que gano, aporto para ir arreglando mi casa; me siento parte de un grupo que es como mi familia, porque nos preocupamos por todas. Gracias a este proyecto he podido asistir a talleres como el de CEFIM, he podido ir al Médico en el Centro Comunitario El Manzano y he llevado a mis hijos a los cursos de verano.

 

¿Qué les diría a quienes no conocen de este proyecto Musgo?

Que es interesante, que no es difícil aprender, que al asistir al taller no descuidan a su familia, y pueden sentirse útiles y apoyar a su pareja en los gastos de la casa.