Rostros de Musgo

Rostros de Musgo: Marisol Martínez

Rostros de Musgo: Marisol Martínez

Marisol colabora con Musgo en el taller de Ratán y Bosque. Nos abrió sus puertas para platicarnos acerca de cómo vive su día a día siendo parte de nuestra familia.

Ella vive en el Manzano y su familia tiene 4 miembros, su esposo Silvano, su hijo mayor José María, el más pequeño Axel, y ella.

Marisol tiene 26 años y se desplaza a pie a los talleres de Musgo para trabajar en ellos y contribuir con el gasto familiar.

Marisol, ¿a qué te dedicabas antes de trabajar en el proyecto Musgo?

Me dedicaba a mis hijos tiempo completo y a mi casa. A hacer la comida, el quehacer, llevar y traer a mis hijos a la escuela.

 

¿Qué rol desempeñas en Musgo?

Elaboro artesanías.

 

¿A qué taller perteneces y cuántas veces acudes por semana?

Al taller de Ratán y Bosque. Voy dos veces por semana, los martes y los jueves.

 

¿Qué tanto has aprendido?

Mucho, son cosas diferentes y nuevas.

 

¿Cómo es la atención que te dan en el taller?

Es la adecuada, los maestros son muy amables con todas.

 

¿Nos puedes compartir cómo es un día común en el taller para ti?

Llego al taller a las 11:00 am, esperamos al maestro para empezar a trabajar, nos explica que vamos a elaborar y nos da el material, pasa con cada una de nosotras a explicarnos nuevamente por si tenemos alguna duda, y al final entregamos el producto y nos da una evaluación o nos dice en qué paso nos equivocamos.

¿El instructor del taller se limita a dar un tiempo determinado de clase o se extiende?

Se extiende porque hay veces que no entendemos el procedimiento a la primera, entonces nos cita al otro día para volvernos a explicar.

 

¿El instructor atiende tus dudas durante o al final de la clase?

En el taller de ratán las atiende el maestro durante la clase. En el taller de bosque nos explican parejo, no se detienen a explicar por persona porque somos más.

 

¿Crees que se necesite cambiar algo?

No, cada quien tiene su forma de trabajar y está bien, me acomodo de las dos maneras con los maestros.

 

¿Cuántas clases se necesitan para aprender o entender cómo se hace un producto?

Dependiendo de la artesanía, casi siempre en la primera clase me lo aprendo, siempre intento estar muy atenta para que no me cueste trabajo.

De todas los productos que has creado, ¿cuál ha sido tu favorito?

Mi artesanía favorita es la canasta del número 7 y la canasta del número 9.

¿Asistir a clases afecta tu rutina diaria?, ¿cuánto tiempo dedicas a la elaboración de productos?

No me afecta, me da tiempo de estar con mis hijos porque las clases son mientras ellos están en la escuela, y así tengo tiempo para venir a aprender y de estar con ellos. A los productos les dedico dos horas al día.

 

¿Cómo supiste del taller?, ¿alguien te invitó o cómo te enteraste?

Me invitó una tía de mi esposo, y empecé con Bosque porque era el único taller. Después probé una clase en Ratán y decidí quedarme en los dos talleres.

¿Cómo sientes que ha impactado tu vida el formar parte de este proyecto?

Siento que ha impactado mucho, he tenido varios cambios, aunque el dinero de mi esposo si alcanzaba en casa, esto lo veo como un dinero extra que entra para hacer cambios en la casa, y que si nos ha servido mucho.

He ido remodelando poco a poco mi casa, y ya no es la misma de antes. Ahora me gusta más como está quedando y me causa mucha alegría que con el esfuerzo de mi marido y mío estemos logrando algo mejor para nosotros y nuestros dos hijos.

¿Cuánto tiempo llevas siendo parte de los talleres?

En Bosque llevo 7 años; y en Ratán 5 años, que es desde que inicio el taller.

¿Sientes que formar parte de los talleres te ha dado cierta tranquilidad económica?

Sí, es un alivio contar con este dinero.

Lo he utilizado en arreglar mi casa y hemos salido de viaje, nos fuimos 3 días a Acapulco con el pago que recibí en diciembre y así tuvimos la oportunidad de conocer por primera vez el mar.

Mis hijos estaban muy contentos y emocionados, me sentí muy feliz porque pudimos irnos de vacaciones gracias a la dedicación que tuve en los talleres.

¿Crees que más gente debería comprar productos artesanales?

Sí creo que deben comprarlos porque si no, nosotras no tenemos trabajo. Y siento que hacerlo es algo bonito y son productos de lujo.

 

¿Sientes que formas parte de una comunidad o de una nueva familia con los participantes del proyecto?

Sí, me siento parte del proyecto y me gusta serlo.

 

Marisol, ¿has asistido a las actividades que Musgo realiza fuera de la dinámica de los talleres?

Sí, siempre asisto.

 

De acuerdo a tu experiencia, ¿qué importancia tiene que una mujer pueda ocuparse y ser económicamente autosuficiente?

Es muy importante porque es algo extra que puedo ocupar para ayudar a mi esposo con los gastos de la casa, y así cada día vivimos mejor. Me siento parte del ingreso económico y me siento útil.

 

¿Qué les dirías a quienes no conocen de este proyecto Musgo?

Musgo para mí es un trabajo que nos hace mejores personas y que cambia la vida de todos los que formamos parte de él. Es aprender cosas nuevas que nos hace mejorar día con día.

Musgo es aprender el valor que tenemos y la capacidad que ni nosotras mismas conocíamos.